Salario Emocional y el Bienestar de los funcionarios en el SENA.

Salario Emocional y el Bienestar de los funcionarios en el SENA.

En el entorno laboral actual, el concepto de bienestar del empleado ha evolucionado significativamente. Ya no se trata únicamente de un justo salario o de beneficios tradicionales. Hoy en día, las organizaciones más exitosas comprenden que el desempeño, la productividad y la lealtad están intrínsecamente ligados a lo que se conoce como salario emocional. En el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), una institución pilar del desarrollo social y económico del país, este concepto es cada vez más relevante y se presenta como una oportunidad estratégica para fortalecer su capital humano.

El salario emocional en el SENA es un concepto cada vez más relevante en el mundo laboral. Va más allá de la justa  remuneración económica y abarca aspectos como el reconocimiento, la valoración, el sentido de pertenencia y el bienestar de sus funcionarios. Reconocer el valor de un funcionario no se limita a su nómina; implica crear un entorno donde se sienta respetado, escuchado y apoyado en sus necesidades personales y familiares. Cuando una persona se siente valorada, su compromiso con la misión institucional se profundiza y su disposición a dar lo mejor de sí aumenta exponencialmente.

La Necesidad de una Política de Bienestar Proactiva.

En la actualidad, el SENA enfrenta un desafío significativo que impacta directamente en el bienestar de sus funcionarios: la gran cantidad de solicitudes de traslados y reubicaciones laborales. Estas peticiones, que tienen por objeto fortalecer y garantizar el desarrollo integral de la familia como núcleo fundamental de la sociedad, no han recibido una solución ágil y expedita. Muchos funcionarios se encuentran, desde hace largo tiempo, lejos de sus familias, y los trámites burocráticos impiden que se les conceda el traslado o la reubicación por unificación familiar o cualquier otra situación apremiante por la que atraviesan los  funcionarios .

Esta situación no solo genera un profundo malestar en los trabajadores, sino que también afecta la moral, el enfoque y la concentración en sus responsabilidades diarias. El estrés derivado de la separación familiar y la incertidumbre sobre el futuro se traduce en una disminución del bienestar emocional, lo que, a su vez, puede tener consecuencias negativas en su desempeño laboral. Una política de bienestar que no atienda estas necesidades de manera prioritaria está ignorando una de las mayores fuentes de desmotivación y agotamiento entre su personal.

Propuesta: Una Política de Traslados y Reubicaciones Ágil y Humanizada.

Por tal razón, se hace necesaria una política ágil y expedita que permita la solución de estas situaciones. Proponemos la creación de un marco normativo claro y eficiente para los traslados y reubicaciones por unificación familiar. Esta política debe basarse en principios de equidad, transparencia y humanidad, garantizando que los funcionarios que cumplen con los requisitos puedan reunirse con sus seres queridos en un plazo razonable y sin enfrentar barreras administrativas innecesarias.

Esta nueva política podría incluir:

Creación de un Comité de Bienestar Familiar:Un grupo multidisciplinario(sindicatos, trabajadores, psicólogos, trabajadores sociales…)encargado de revisar y dar trámite a las solicitudes de manera prioritaria.

 * Protocolos de Trámite Transparentes: Publicación de los criterios, plazos y el estado de cada solicitud, permitiendo a los funcionarios tener visibilidad del proceso.

 * Criterios de Priorización Claros: Establecimiento de puntajes o prioridades basados en la antigüedad en la región, la situación familiar (ej. hijos menores, cónyuge, padres dependientes).

 * Flexibilidad Administrativa: Exploración de mecanismos como el intercambio voluntario de cargos entre funcionarios de diferentes regiones que deseen una reubicación.

Al otorgar más beneficios a los funcionarios del SENA, la institución está enviando un claro mensaje: reconocemos que nuestros empleados son personas con vidas más allá del trabajo y que su bienestar emocional es fundamental para su desempeño y el éxito de la organización. Una política que priorice la unificación familiar no es un gasto, es una inversión. Es una demostración tangible de que el SENA valora a su gente, no solo como recursos productivos, sino como individuos completos.

Implementar esta política no solo mejorará la calidad de vida de cientos de funcionarios, sino que también fortalecerá la marca empleadora del SENA, atrayendo y reteniendo al mejor talento. Un trabajador que se siente respaldado en sus necesidades familiares será un embajador de la institución, un líder motivado y un pilar fundamental para el cumplimiento de la misión del SENA: formar a los futuros líderes de Colombia.